La Big Band es música, pero para que suene, además de músicos y director, resulta imprescindible la implicación de un equipo humano bien coordinado que, alejado de los atriles, lleva a cabo las tareas de gestión, contratación, partituras, archivo y documentación, administración, actividades, relaciones con otras orquestas, agentes, montajes de escenario y de todo el instrumental, gestión de personal, coordinación de ensayos y conciertos, grabaciones, organización de desplazamientos, atención a los artistas, relación con los medios de comunicación, producción de imágenes, videos y textos, etc.